El punto de partida del marketing es analizar las necesidades, los deseos, los motivos y las solicitudes especificas de los individuos, los cuales serán analizados a continuación:
Necesidad: Estado de carencia de algo físico o psicológico.
Deseo: Búsqueda de la satisfacción de la necesidad.
Motivo: Razón que explica la conducta de compra. Es la explicación del deseo.
Solicitud especifica: Deseo de un servicio o producto especifico, teniendo en cuenta una capacidad adquisitiva determinada.
Así, para satisfacer las necesidades y los deseos de los individuos se produce el intercambio. Las empresas ponen a disposición de los clientes los productos.
El producto es un bien que satisface la necesidad o los deseos de los compradores.
Para que el intercambio se efectúe debe de existir un equilibrio de valores.
El valor es la estimación que hacen los consumidores de satisfacer sus demandas especificas.
Entonces, la conducta del consumidor se inicia con la necesidad, la cual podrá ser satisfecha con la adquisición de un determinado producto. Sin embargo, con la adquisición no se da por concluido el proceso, ya que el consumidor valora su decisión en función de las expectativas previas y los resultados obtenidos, de tal manera que cuando se genere otro proceso de compra, su experiencia personal tendrá mucho que ver en la decisión final.
El proceso de comparación entre expectativas y los resultados es tan importante que implica que el objetivo del marketing no sea tan solo el intercambio, sino también generar satisfacción en los consumidores o, mejor todavía, conseguir la satisfacción de ambas partes. Así, la generación de la satisfacción obligará a las empresas a adoptar comportamientos científicos y a planificarse.
Entonces según la Asociación Americana de Marketing: “EL MARKETING ES EL PROCESO DE PLANIFICACIÓN Y EJECUCIÓN DE LA CONCEPCIÓN, FIJACIÓN DEL PRECIO, PROMOCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE IDEAS, BIENES Y SERVICIOS PARA CREAR INTERCAMBIOS QUE SATISFAGAN LOS OBJETIVOS DE LOS INDIVIDUOS Y DE LAS ORGANIZACIONES.”